En el terreno de los procesadores móviles, la competencia está últimamente muy reñida entre compañías como Qualcomm, Samsung, MediaTek, Apple, Intel e incluso LG, que también se ha lanzado a crear sus propios chipsets. Sin embargo, en lo que respecta a la fabricación, Samsung es la única que cuenta a día de hoy con el más avanzado proceso de fabricación con 14 nanómetros en sus semiconductores, lo que le ha permitido hacer que los Exynos 7 del Galaxy S6 sean más potentes que nunca a la vez que son más eficaces energéticamente y se calientan menos (tan sólo Intel tiene también chips de 14 nanómetros en la actualidad).
Precisamente esto último, la disipación de calor, se rumorea que es uno de los principales problemas de los potentes Snapdragon 810 que equipan súper teléfonos como el LG G Flex 2, el HTC One M9. Por ello, tienen mucho sentido los rumores que señalan que Samsung, que ya fabrica chips para rivales como Apple (y es una buena parte de su negocio de semiconductores), también podría fabricar los futuros procesadores de Qualcomm, que dejaría de lado a TSMC.
El rumor se ha desatado tras la nota que recoge Sammobile de Mark Li, un analista de Bernstein Research, que afirma que la compañía coreana podría convertirse en el nuevo fabricante para Qualcomm, que desplazaría la fabricación que tiene actualmente con TSMC. Curiosamente, TSMC afirmaba hace algunas semanas que espera recuperar su retraso en los avances de su proceso de fabricación y que en 2017 espera comenzar a poner chips en el mercado con proceso de 10 nanómetros.
La nota del analista señala que los Snapdragon 810 han tenido problemas de sobrecalentamiento y han perdido ventaja sobre los Exynos 7420 en lo que respecta a rendimiento, lo que ha hecho que la compañía norteamericana vaya a migrar a procesos de 16 y 14 nanómetros cuanto antes, lo que sin duda puede afectar a los resultados de TSMC ya que Qualcomm supone entre un 40 y un 50 por cien de su volumen (TSMC también fabrica para otros grandes clientes como Apple). Por otro lado, hace unos días se ha hecho público que Apple tiene intención de encargar la mayor parte de la fabricación del los próximos procesadores A9 y A9X de los próximo iPhone e iPad Air a TSMC, lo que podría compensar la pérdida del negocio de Qualcomm.
