
Y es que esta unidad de semiconductores de Samsung arrojó el año pasado unas pérdidas de 914 millones de dólares, cifra que se convertirá en beneficios en una cantidad similar con la fabricación de los chips para el A9. Esta decisión ha sido seguramente complicada para Apple que ha intentado derivar la fabricación de sus chips a empresas como TSMC, pero su menos avanzado proceso de fabricación de 20 nanómetros (aunque ha anunciado ya que espera conseguir fabricar chips con transistores de 16 nanómetros esta misma temporada y en 2017 alcanzar la reducción hasta 10 nanómetros), significa que sus procesadores quedarán relegados a otros productos como los iPad en los que el consumo y la disipación de calor son menos críticos.
En los últimos meses se hemos leído distintas noticias que señalaban queSamsung podría fabricar los chips de Qualcomm y que Apple estaba tratando de fabricar los suyos con TSMC, pero todo apunta a que finalmente tendrá que regresar a su competidor para conseguir los chips más rápidos y eficaces. Parece que Samsung fabricará una parte de la producción en sus plantas en Corea del Sur y otra parte será llevada a cabo por la compañía Globalfoundries con la que firmó un acuerdo de colaboración en abril de 2014 (y que recientemente ha adquirido el negocio de fabricación de semiconductores de IBM).