Hace tan sólo unas horas de la presentacion del nuevo Galaxy S5 oficialmente en la feria Mobile World Congress, y aunque el público y la prensa especializada apenas han podido probar terminal unos minutos en la propia feria ya han surgido las primeras reacciones. Y la primera conclusión que se ha sacado es que Samsung no ha llevado a cabo ninguna revolución en su terminal sino que ha seguido una tímida línea continuista, evolucionando aspectos clave de su teléfono pero sin ningún salto determinante. ¿Pero eso significa que es una decepción? A continuación te mostramos algunas claves de los cambios que trae el S5 y la opinión general del público y la prensa sobre ellos.
Carcasa sin lujos… pero resistente al agua
El primer elemento que se esperaba Samsung hubiera revisado en el S5 es la carcasa, pero el fabricante ha preferido mantener la línea de anteriores modelos con acabado plástico con una textura de puntos. Aunque sí es verdad que hay un cambio importante en el hecho de que ahora sea resistente al polvo y al agua. Sin embargo, el terminal es mínimamente más grueso y más pesado que la anterior edición por esta razón, y sobre todo, lo que la mayoría destaca es que Samsung ha vuelto a no acertar con el diseño de la carcasa posterior, con un plástico con un diseño de puntos que no parece convencer al público, y con una elección de colores que tampoco parece demasiado afortunada.
Según dicen los más críticos, el color negro es aburrido, el azul es hortera y el dorado (cobre) recuerda a una tirita. Tampoco ha gustado mucho el bisel exterior con esa forma redondeada en tres anillos que da al terminar un aspecto de mueble de cocina de los años 70. En la parte positiva, hay que señalar que el terminal se percibe más robusto y bien construido, es cómodo de sujetar y parece que material de la carcasa evita que se resbale de las manos.
Pero, por supuesto, hay que tener en cuenta que la mayoría de los usuarios suelen personalizar la carcasa del terminal y que tampoco hay muchos usuarios que elijan la serie Galaxy S por su diseño, sino más bien por sus prestaciones. Así, dejando un lado la decepción de que no haya una carcasa metálica o al menos con un aspecto más lujoso, a cambio, lo que tenemos es una carcasa resistente al polvo y agua como tiene su más directo rival el Xperia Z2 que también ha sido presentado ayer. La única desventaja de esta propiedad es que el terminal tiene una pequeña tapa para cubrir el puerto mini USB y evitar la entrada de líquido por este orificio.
Pantalla, 0,1 pulgadas más y manteniendo el Full HD
Otro elemento fundamental del smartphone de la marca es la pantalla, y en este aspecto, el Galaxy S5 es casi igual que su predecesor, se pasa de 5 a 5,1 con la misma resolución de pantalla, de manera que lo único que ganamos es un marco algo más delgado en los laterales para hacer crecer la pantalla con un tamaño de terminal muy similar. Para algunos es una decepción que Samsung no haya incorporado una pantalla de mayor resolución, como se rumoreaba, alcanzando la resolución 2K. Sin embargo, lo cierto es que con más de 430 puntos por pulgada de densidad, añadir píxeles a una pantalla de 4 pulgadas no tiene mucho sentido: lo único que conseguiremos probablemente es empeorar la autonomía del terminal. Así, parece que la resolución 2K se va quedar para terminales de más de 6 pulgadas ya que en tamaños inferiores tiene poca utilidad, más allá de poder presumir en la hoja de especificaciones.