Cuando todos imaginamos el futuro de los aparatos que nos rodean, imaginamos un mundo donde los cables tienen los días contados. A nadie le gusta tener cables por medio. Se pierden, se olvidan, se rompen y todo ello sin olvidar que algunos cuestan un dinero importante, un buen ejemplo es el del cable del iPhone. Es caso es que el nuevo producto de Apple, el HomePod tiene un cable, y no es un cable cualquiera, es un cable gordo, rígido y difícil de esconder. A este respecto nos preguntamos ¿Incluir en un producto un cable como este es un paso atrás para la tecnología?
El cable del HomePod se puede quitar, pero no se recomienda
Desde que este bonito producto llegó al mercado, nos chirrió su forma de carga. Un cable aparentemente no extraible y grueso que salía de la parte trasera del dispositivo. Es lógico, todo aparato eléctrico necesite recargarse, pero en este caso, Apple ha dificultado de sobremanera la retirada del cable. Podríamos decir que puede retirarse, pero Apple no quiere que lo hagas. Es por ello que cuesta mucho quitarlo y la impresión al hacerlo es la de haber roto algo. El sonido que produce es ese típico «clac» que a nadie gusta escuchar. Ni que decir tiene, que no verás ninguna foto oficial de Apple donde aparezca el producto y se vea su cable.
Colocarlo en su sitio tampoco es tarea fácil. La conexión está compuesta por dos clavijas finas situadas de forma paralela que gritan airosas al viento ¡Rómpeme! Ciertamente si no tenemos el necesario cuidado al reinsertar el conector lo haremos y se especula con que la sustitución del conector no será económica.
Es por ello que podemos afirmar que el cable cargador del HomePod puede ser retirado, pero la propia Apple no te recomienda que lo hagas. Esto nos lleva a realizarnos la reflexión del comienzo que ahora te trasladamos a ti, ¿Es un paso atrás para el desarrollo de este tipo de productos colocar un cable de estas características?