El día de hoy pasará a la historia de la telefonía móvil como el día en que Nokia, en otro tiempo líder absoluto del mercado, y tras 25 años, dice adiós al mercado de los teléfonos. En una junta extraordinaria y multitudinaria de accionistas, se ha aprobado la venta de la división de móviles a Microsoft con un 99,7 por cien de los votos, y con la indignación de los pequeños accionistas que creen que Stephen Elop ha hundido Nokia para vendérsela a su antigua empresa (y de paso convertirse posiblemente en su nuevo CEO).
Una vez aprobada la venta por los accionistas, Microsoft debe esperar ahora el visto bueno de las autoridades para la defensa de la libre competencia de Estados Unidos y Europa. Por su parte, Nokia mantiene sus divisiones de equipos de red, telecomunicaciones, Mapas, y la división de investigación avanzada. En la junta, el CEO interino ha explicado que, de la venta de la división de móviles, invertirá 1.650 millones de euros en investigación y patentes, 1.500 millones irán a parar a la división de redes y telecomunicaciones y el resto será para los accionistas.
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