Los culebrones tecnológicos están siempre a la orden del día. Los líos legales entre las distintas empresas y países suponen un continuo río de desavenencias que a veces suponen un gran agujero económico para las firmas sancionadas.
Desde hace algunos meses asistimos puntuales al culebrón ZTE, donde la marca está siendo duramente castigada por el gobierno de los Estados Unidos, en una maniobra que podría, y aún puede, costar el cierre total de la cuarta compañía en ventas de smartphones en los EEUU. ¿Creías que este culebrón había terminado? Nosotros también, pero a juzgar por los hechos, el siguiente capítulo de la ZTEserie ya está aquí.
El senado bloquea el acuerdo de Trump con ZTE y restaura la orden de denegación
A pesar de haber alcanzado un acuerdo con el gobierno de Trump, los problemas no parecen acabar para ZTE, que vuelve a encontrarse en la casilla de salida con una orden de denegación galopante y activa. Por si aún no sabes lo que supone una orden de denegación, es la prohibición a todas las empresas americanas para vender productos de cualquier tipo a la empresa sancionada. Para cualquier compañía, esto podría no suponer más que una limitación en la elección de los componentes que conforman sus productos, pero para ZTE supone la quiebra automática.
No debemos olvidar que en el mundo de los smartphones, EEUU ha conseguido un meritorio dúo de sistemas operativos que a día de hoy se expanden por todo el mundo. Uno es Android y otro es IOS. Como podrás imaginar, la orden de denegación prohíbe a Google vender o proveer de este sistema a ZTE lo que la descarta del catálogo de ventas actuales y la aboca al fracaso. A día de hoy nadie compraría un teléfono con un tercer sistema desconocido.
Hace algunas semanas, la administración Trump acordó un duro pacto para eliminar el efecto de la orden que tiene una vigencia de 7 años. Entre las concesiones de la empresa china encontramos una multa superior a los 1.000 millones, el despido automático de su directiva y la entrada en la compañía de personal americano a modo de controladores, con el fin de evitar el incumplimiento reiterado por parte de ZTE.
A pesar de las medidas, el Senado de los Estados Unidos han tumbado el acuerdo, enviando a la marca china de nuevo a la casilla de salida en este macabro juego del que dependen miles de trabajadores en todo el mundo.