No ha sido sencillo, pero hoy en ZTE respiran un poco más aliviados tras llegar a un acuerdo con el gobierno de los EEUU que les permitirá volver a reactivar su negocio. Un acuerdo que se hará efectivo de forma inmediata y que costará a la firma china un precio altísimo que a continuación te contamos.
ZTE podrá volver a comprar productos americanos, pero pagará un alto precio
Las medidas de presión impuestas por EEUU parecen haber surtido efecto. Tras establecer una orden de denegación, ZTE se vió obligada a parar máquinas y dejar de fabricar. Por si no conoces este extenso culebrón, el gobierno americano prohibió a ZTE comprar cualquier tipo de producto, componente o software a empresas americanas, lo que los dejaba sin la posibilidad de hacerse con el sistema operativo Android. Esta prohibición llegaba tras vender smartphones con componentes americanos a países como Irán.
Tras semanas de duras negociaciones, el departamento de comercio de los Estados Unidos ha anunciado el cierre de un acuerdo que permitirá a ZTE volver a comprar esos componentes fundamentales para el desarrollo y venta de productos tecnológicos, especialmente smartphones. A cambio, la compañía china tendrá que pagar un alto coste, perdiendo dinero, personal y autonomia.
En este acuerdo cerrado entre las dos partes, ZTE tendrá que abonar una multa de 1.000 millones de dolares, además tendrá que añadir a la suma otros 500 millones más en concepto de adelanto para el pago de futuras posibles sanciones. Por si la sanción económica fuera poco, también tendrá que despedir, esta vez si, a su órgano directivo y personas que el gobierno americano designe como responsables de la venta de productos a los países prohibidos. Para garantizar el cumplimiento del acuerdo el gobierno americano colocará funcionarios en el organigrama de la empresa que vigilarán de cerca los pasos de ZTE.
Hay que recordar que la compañía ya pago una multa anterior de 1.200 millones de dolares por esta misma cuestión, pero no depuró responsabilidades en el consejo de dirección o así lo estimó el departamento de comercio, lo que le supuso la apertura de un segundo expediente que ha desembocado en esta orden de denegación.
Con este culebrón el gobierno americano certifica el poder de manejo que tiene sobre las empresas fabricantes de smartphone a nivel mundial. Esta maniobra les ha servido para controlar la multinacional desde dentro y garantizar así la tranquilidad de los senadores que aseguraben que ZTE supone un peligro para la seguridad nacional. No olvidemos que es el cuarto fabricante con más presencia en suelo americano y muchos acusan a la compañía de espionaje.
Por su parte, en Huawei la situación es tensa. Actualmente se enfrentan a una investigación similar y ven como de aquí a poco tiempo podrían enfrentarse a una sanción ejemplarizante. El golpe podría ser impresionante en la que actualmente es la tercera fabricante de smartphones a nivel mundial.