Cuatro años llevábamos sin un producto puntero de la firma Oppo en el mercado. En este periodo de sequía a Oppo le ha dado para pensar, trabajar y crear un modelo puntero capaz de derrochar futurismo en el presente. Hace tan solo unos días, pensábamos que tardaríamos unos meses en mostrar un modelo más desarrollado tecnológicamente en aspectos de frontal-pantalla que el nuevo Vivo NEX. Siete días les ha durado el récord a los amigos de Vivo, que han visto como de la nada ha aparecido un modelo que llega para hacer mucho ruido, el Oppo Find X.
Ganas, ilusión y trabajo han sido las bases de un proyecto que ha demostrado que hacer un gama alta no es nada sencillo. A pesar de que Oppo acaba de llegar a España, es una importante marca que arrasa en China. De hecho, llevan los últimos 3 años siendo el segundo fabricante que más teléfonos vende en el país asiático, por encima de sonadas marcas como Xiaomi, y con ventaja. Solo con este dato puede establecerse un claro paralelismo que exprese con claridad el gigante que está llegando a Europa.
El Find X eleva el ratio de frontal-pantalla al 92.25% y desarrolla su propio FaceID
La gama alta a estas alturas del año está especialmente concurrida. Muchos son los teléfonos punteros que se agolpan en las estanterías, pero aun queda hueco para esos smartphones capaces de mejorar lo que en el mercado hay, aunque no sean baratos. El nuevo Find X no solo derrocha calidad en su fabricación, también ha sido capaz de dar un paso más con nuevas tecnologías que nos acercan al futuro de los teléfonos inteligentes.
En primer lugar, estamos obligados a fijarnos en su pantalla. Ya sabemos por la experiencia desarrollada a partir del Xiaomi Mi MIX, que cualquier modelo con un ratio superior al 91% de frontal/pantalla necesita una formula para ocultar la cámara delantera, así como los sensores. En este caso la solución la encontramos en el desplazamiento mecanizado de todo el ancho superior del teléfono. Este proceso eleva la cámara y sensores gracias a un motor que realiza el movimiento de apertura y cierre en tan solo 0.5 segundos. Al ser un cuerpo completo no solo esconde la cámara delantera, también guarda en este mismo módulo el cuerpo de cámaras duales traseras y un flash de dos tonos.
Este mismo sistema de apertura ya lo pudimos ver en algunos modelos durante el MWC de 2018.

La pantalla luce unas amplias 6.4 pulgadas en panel OLED 1080p con unos bonitos acabados laterales curvos que inevitablemente nos recuerdan a la inspiración del desarrollo Samsung. Gracias a su gran integración sin biseles, se consigue que el teléfono mantenga un tamaño manejable a la mano. Si bien, la mayoría de teléfonos han alcanzado unas dimensiones que hace no demasiado, hubiésemos llamado phablets, pero que hoy día se han vuelto habituales.
El segundo sistema de desbloqueo facial 3D Android llega con este Oppo
En su momento se especuló con la posible llegada de un sensor facial 3D en este dispositivo. Hasta el momento, solo Xiaomi había sido capaz de desarrollar un sistema como este, el cual usa un sensor específico para el mapeado facial y el consiguiente desbloqueo. El paso en este Oppo Find X va un paso más allá, además de implantar este sistema, la marca ha decidido eliminar de forma total el sensor dactilar, punto que Xiaomi ha mantenido. Por tanto este nuevo teléfono cuenta con la opción facial o el habitual código en pantalla como únicas opciones disponibles. Esto puede crear dudas en los compradores que no sean fans de este tipo de desbloqueo, y menos de forma exclusiva.
Potencia máxima para el hermano del OnePlus 6
Por si aun no lo sabías, Oppo es la matriz de la afamada OnePlus. Esto tiene ventajas importantes, entre ellas, una integración en ciertos aspectos que permiten poner en común desarrollos entre ambas divisiones. El Find X llega al mercado con lo mejor de lo mejor. Un procesador Snapdragon de la serie 845 acompañado por 8 GB de RAM y una configuración de almacenamiento única en 256 GB. Como podrás comprobar, no han escatimado en componentes.
Para la carga Oppo se ha decantado por una unidad de 3.730mAh, una batería amplia que además cuenta con el sistema de carga rápida patentado por la propia compañía. Todo ello va a acompañado por un sistema operativo Android que usa la capa Color OS sobre Oreo 8.1. Color OS para aquel que no la conozca, es la capa habitual de todos los dispositivos de Oppo. Desgraciadamente no es tan limpia y pura como Oxygen OS y esto resta puntos a unos componentes TOP.
Precio elevado para un smartphone que tiene casi de todo
Habitualmente el precio es el punto que puede empujar o lastrar un teléfono de gama alta. En el caso de un producto como este que cuenta con casi todas las novedades del mercado, es de esperar un coste elevado. Concretamente hablamos de un precio de salida de 1.000€, cifras difícilmente asumibles para una modelo y marca que aun están en plena expansión en Europa y que carece de los pilares necesarios para ser seria opción en este segmento, no porque sea un mal teléfono, más bien porque los compradores que busquen dispositivos en estas cifras suelen ser cautos a la hora de probar con nuevas marcas, yendo siempre a lo seguro y conocido.
Se ha confirmado que el terminal llegará a España de forma oficial en la recién estrenada tienda online.
Además el modelo contará con una edición especial en colaboración con la firma de superdeportivos Lamborghini que elevará su coste hasta los casi 1.700€.