Cuando todo el mundo estaba esperando el Galaxy S5 Prime (o Galaxy F), la versión más lujosa y con pantalla QHD del S5, Samsung ha decidido lanzar sin previo aviso el nuevo Galaxy S5 LTE-A, de “LTE Advanced” que supone la puesta al día del S5 con “lo último de lo último” en tecnología.
Este modelo, disponible en principio sólo para Corea del Sur, conserva el mismo aspecto y la carcasa estanca del S5 actual, pero equipa la rumoreada pantalla Super AMOLED de 5,1 pulgadas con resolución QHD (2.560 x 1.440 píxeles) y un hardware potenciado con procesador Snapdragon 805 a 2,5 GHz, la unidad de gráficos Adreno 420, 3 GB de RAM y soporte para redes 4G Advanced con una velocidad de hasta 150 Mbps.
Con esta espectacular pantalla, con una densidad de nada menos que 577 puntos por pulgada, y el hardware revisado, el teléfono se sitúa ahora sí como una de las opciones más avanzadas del mercado, aunque el precio será también más elevado (unos 919 dólares).
El resto del smartphone es básicamente el mismo que el del modelo que ya conocemos y cuenta con carcasa resistente al agua y al polvo (con índice de resistencia IP67), cámara posterior de 16 MP con sensor de profundidad, cámara frontal de 2 MP, 32 GB de almacenamiento, sensor de huella dactilar, pulsómetro, batería de 2.800 mAh y sistema operativo Android 4.4.
Este modelo estará en principio sólo disponible en Corea de Sur y comenzará a venderse este verano en colores Negro, Blanco, Cobre, Rosa y Rojo “Glam”.
